Rubio: El 7 de octubre demostró al mundo que Hamás es una organización terrorista

El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, realiza una conferencia de prensa en Israel con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lunes, 15 de septiembre del 2025

Sumario

  • La administración Trump mantiene firme su postura de considerar a Hamás como una organización terrorista, renovando su designación como Organización Terrorista Extranjera (FTO) desde 1997.
  • Dos años después, la crisis de los rehenes sigue sin resolverse, con decenas de personas aún en cautiverio y familias sin respuestas definitivas sobre su destino.

La posición de la administración Trump se mantiene firme: Hamás es responsable de atrocidades y continuará en la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés).

A dos años del ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel, Estados Unidos sigue definiendo a Hamás como una organización terrorista. La designación, aplicada por primera vez en 1997, ha cobrado nueva urgencia bajo el mandato del secretario de Estado Marco Rubio, quien ha mantenido un lenguaje firme sobre Hamás y su red internacional de apoyo, subrayando la determinación de Washington de aislar al grupo y a sus patrocinadores.

A dos años del ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel, Estados Unidos sigue definiendo a Hamás como una organización terrorista

Hamás surgió a finales de la década de 1980, durante la Primera Intifada, como la rama palestina de la Hermandad Musulmana. Aunque se presentó inicialmente como un movimiento político y social, su brazo militar —las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam— se convirtió rápidamente en el núcleo de su identidad. La carta fundacional de Hamás llama explícitamente a la destrucción de Israel y a la creación de un Estado islámico. Desde sus inicios, Estados Unidos lo consideró un grupo militante y no un partido político legítimo. Esta visión se formalizó en octubre de 1997, cuando el Departamento de Estado, bajo la administración de Bill Clinton, incluyó a Hamás en la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras. Desde entonces, cada administración —republicana o demócrata— ha renovado esta designación, que penaliza el apoyo material y permite congelar los activos vinculados al grupo.

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La masacre del 7 de octubre de 2023

El episodio más definitorio en la historia reciente de Hamás ocurrió el 7 de octubre de 2023, cuando combatientes del grupo lanzaron un asalto a gran escala contra el sur de Israel. Los militantes arrasaron pueblos y ciudades, mataron a más de 1,000 civiles, hirieron a miles y secuestraron a más de 200 rehenes, entre ellos mujeres, niños y ancianos. Las imágenes de ejecuciones, incendios de viviendas y mutilaciones estremecieron al mundo. Para Washington, el ataque eliminó cualquier ambigüedad: Hamás no era un movimiento de resistencia, sino una organización terrorista responsable de asesinatos masivos.

La crisis de los rehenes se ha convertido en uno de los elementos más dolorosos del conflicto. De acuerdo con el Hostages and Missing Persons Report del gobierno de Israel, al 22 de junio de 2025, 49 personas secuestradas el 7 de octubre de 2023 siguen en cautiverio en Gaza. The Washington Post reportó el 2 de septiembre de 2025 que 22 de esos rehenes se cree que siguen vivos, aunque Israel no ha hecho públicos todos los detalles sobre quiénes estarían muertos o desaparecidos. Un informe de Reuters (mayo de 2025) citó al coordinador israelí de asuntos de rehenes indicando que Hamás mantiene 59 rehenes en total, de los cuales 24 estarían vivos y 35 ya habrían sido declarados muertos. Estas cifras muestran la gravedad de la situación: casi dos años después del ataque, decenas de familias israelíes continúan sin respuestas definitivas sobre el destino de sus seres queridos.

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Desde su llegada al Departamento de Estado en enero de 2025, Rubio ha realizado múltiples declaraciones públicas sobre el tema. El pasado domingo reiteró que la guerra en Gaza “aún no ha terminado” y subrayó que la prioridad inmediata es la liberación de los rehenes en manos de Hamás (Reuters, 5 de octubre de 2025). En declaraciones a ABC News el mismo día, Rubio expresó un cauto optimismo al afirmar que “este es el momento más cercano que hemos estado” de lograr la liberación de todos los cautivos, aunque advirtió sobre “muchos obstáculos en el camino”. Asimismo, reafirmó el respaldo total de Estados Unidos a la estrategia israelí de eliminar a Hamás, respaldando al primer ministro Benjamín Netanyahu y negándose a pedir un alto el fuego (The Guardian, 15 de septiembre de 2025).

Además, en una rueda de prensa el 15 de mayo de 2025, Rubio calificó a Hamás como “una organización terrorista; un grupo asesino”. El 10 de junio de 2025, en un comunicado oficial, respondió a las sanciones impuestas por algunos gobiernos aliados contra funcionarios israelíes afirmando: “Rechazamos cualquier noción de equivalencia: Hamás es una organización terrorista que cometió atrocidades indescriptibles y que sigue reteniendo a inocentes como rehenes”. Finalmente, durante su visita a Jerusalén en septiembre de 2025, declaró junto al primer ministro Netanyahu que “Hamás no es agente de paz, sino de terror y barbarie”.

Hamás no es un actor político legítimo, sino un pilar del terrorismo internacional

Las declaraciones de Rubio, recogidas ampliamente por medios internacionales, reforzaron la posición constante de Estados Unidos: Hamás no es un actor político legítimo, sino un grupo extremista violento. El énfasis de Rubio en los vínculos internacionales de Hamás forma parte de una estrategia más amplia destinada a negar legitimidad al grupo y presionar a sus patrocinadores. Su postura combina tres dimensiones: reafirmar el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a Israel, su principal aliado en Medio Oriente; ejercer presión sobre países como Catar y Turquía para que corten o limiten sus relaciones con Hamás; y advertir a adversarios como Irán, dejando claro que la política estadounidense considera los ataques de Hamás como agresiones respaldadas por Teherán, con las consecuencias que ello implica para la seguridad regional.

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Durante casi tres décadas, la postura de Estados Unidos ha sido coherente: Hamás es una organización terrorista. Las atrocidades del 7 de octubre de 2023, la crisis de los rehenes aún sin resolver y los estrechos vínculos del grupo con Irán y Hezbolá solo refuerzan esta definición.

El mensaje de Washington es inequívoco: Hamás no es un actor político legítimo, sino un pilar del terrorismo internacional, y Estados Unidos lo seguirá enfrentando como tal.