El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel advirtió que no tolerará protestas en las calles como las que se han desarrollado, en los últimos meses, en barrios de La Habana y otras localidades, contra las interrupciones del servicio eléctrico, el suministro de agua y la recogida de basura.
“La Constitución, en su Artículo 56, reconoce el derecho de los ciudadanos a la manifestación pacífica, pero está claro que el gobierno cubano no está reconociendo ese derecho, no lo está respetando, y demuestra, por supuesto, que están listos para utilizar todos los mecanismos de represión de que disponen para tratar de, en el futuro, impedir este tipo de manifestaciones”, indicó, en declaraciones a Martí Noticias, el analista y opositor cubano Manuel Cuesta Morúa.
“Está totalmente fuera de lugar pedirles a los ciudadanos que vayan a quejarse a las instituciones del Partido Comunista que no tienen ninguna oficina abierta para la ciudadanía, porque el Partido Comunista justamente es un partido militante que está por encima de la Constitución y se proyecta por encima de la ley”, recalcó.
“La ciudadanía sí, cada vez que encuentra que no se satisface un servicio, ha tocado las puertas de las instituciones. En los últimos años es que ha sumado a eso el ejercicio de la manifestación”, precisó Cuesta Morúa.
Durante una reunión el sábado con autoridades de La Habana, el gobernante afirmó que entiende que “los reclamos de la población son legítimos, pero tienen que hacerse en los lugares establecidos: el Partido Comunista de Cuba, las instituciones del Gobierno y del Estado: “nadie está autorizado a cerrar una vía pública”, puntualizó.
“Llevo cuatro años acudiendo ante el Partido y el Gobierno planteando mi situación y jamás he recibido respuesta. Ese mecanismo que él plantea de atención a la población, eso aquí no funciona. Es para tenerte controlado, pero al final no te van a atender ni te van a dar respuesta”, dijo a Martí Noticias Yanan Camaraza Medina, desde Unión de Reyes, Matanzas.
Camaraza Medina ha denunciado ante el Consejo de Estado, así como las instancias municipales y provinciales del Partido Comunista y del Poder Popular, que a la crisis energética se une el favoritismo y tratamiento preferencial a ciertas zonas donde viven los dirigentes, un criterio que comparten otros residentes de Matanzas.
En la misma línea, María Teresa Argüelles destacó que un bloqueo de calle protagonizado, a mediados de septiembre, por toda la vecindad de Loma Fumero, ubicada en el municipio Regla de la capital cubana, consiguió su reclamo solo después de la protesta, y no antes, cuando acudieron a los representantes de la Asamblea.
“Aquí todos los vecinos fueron al gobierno y presentaron la queja de que hacía treinta días que no teníamos agua. Contestaron que la pipa de Regla estaba rota. Eso fue lo que le notificaron a la delegada. Entonces, los vecinos cerraron la calle y enseguida se pusieron las pilas y empezaron a descargar agua”.
Como una vía para “acoger” las quejas sobre la electricidad de la población, la UNE [Unión Nacional Eléctrica] abrió un perfil en un canal de Telegram.
“Funciona exclusivamente para ciudad de La Habana, pero también es cierto que cuando usted se expresa fuerte, simplemente te censuran y te excluyen por un año”, recordó Camaraza Medina, quien consideró que las palabras de Díaz- Canel sobre los cierres de las calles para reclamar agua y electricidad, fueron intimidatorias.
Protestar “es legítimo porque hay que vivir lo que uno vive, como es el caso de Unión de Reyes, sin agua. ¿Qué hace usted cuando tiene niños chiquitos, tiene un enfermo y no tiene agua? La opinión que tengo al respecto es la de todos los cubanos: es un nivel de represión alto”, dijo.
La basura supera al Estado
Respecto a la recogida de basura, uno de los problemas más candentes que afecta a la población, el gobernante reconoció que no hay un plan sostenible para la recogida de desechos.
“Yo vivo en La Güinera, donde son pésimas las condiciones de los basureros que se llenan, se desbordan y la basura llega a cerrar la cuadra. No pueden pasar los carros, ni siquiera una bicicleta, pero en el Vedado que es un barrio residencial, los latones de basura están igual, desbordados, y la basura tirada en el medio de la calle”, indicó Alcides Firdó.
“Es una cosa tan grave que, posiblemente, todas las enfermedades y todos los ‘andanzos’ que hay aquí en este país es por la cochinada que hay en este país, por culpa del gobierno”.
Agregó que, aunque Díaz-Canel mencionó que también se trabaja en mejorar el servicio eléctrico y el abasto de agua, la gente ya no confía. La población ve en estas jornadas de limpieza una táctica propagandística.
“Es un mentiroso, con toda su banda y toda su camarilla. Dijo que se iba a normalizar el problema del agua y el problema de la corriente y ahora mismo se acabó de ir la corriente aquí en La Güinera”, subrayó Firdó.
Durante la jornada de higienización cerca del Palacio de la Revolución, si bien Díaz-Canel se presentó con herramientas de limpieza en mano, evidenció la apatía ciudadana ante convocatorias que no abordan las causas estructurales de la crisis.
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